El uso fraudulento de certificados concedidos por la superación de cursos de formación en seguridad, así como de otros certificados relacionados, va en aumento. Esto no sorprende a muchos ejecutivos de estas industrias críticas para la seguridad, sin embargo, el fraude es un problema difícil de resolver y requiere soluciones innovadoras.
El problema: el fraude relacionado con los certificados de seguridad
En 2021, el director general de Energy Safety Canada reconoció que en el sector se utilizaban potencialmente miles de certificados de seguridad fraudulentos. Energy Safety Canada, la asociación nacional de salud y seguridad para la industria del petróleo y el gas en Canadá, crea normas nacionales de formación que los miembros de la industria pueden adoptar y utilizar en cualquier lugar. La magnitud del problema indica una actividad delictiva organizada. En concreto, los objetivos eran los certificados relacionados con la formación y la concienciación sobre el sulfuro de hidrógeno. La amenaza que supone tanto para el titular del certificado fraudulento como para sus colegas, a menudo involuntarios, es evidente. Anteriormente, en 2019, Energy Safety Canada confiscó 200 certificados fraudulentos; sin embargo, como muestra el incidente de 2021, probablemente esto era solo la punta del iceberg.
En el pasado, la Asociación Internacional de Contratistas Marítimos (IMCA) ha emitido advertencias sobre buceadores que utilizan certificados falsos, en un claro caso de individuos que anteponen las ganancias a su seguridad personal. El peligro, el coste y la dificultad de rescatar a un buceador en apuros también son importantes.
En 2016, la. Comisión Reguladora Nuclear de Estados Unidos informó de un caso en el que un contratista de una central nuclear falsificó los registros de formación y certificación del personal de seguridad. En el sector de la aviación ha habido muchos casos de personas que han utilizado licencias y certificados de piloto fraudulentos para operar aeronaves sin la formación adecuada. Es increíble cómo hay personas dispuestas a dar prioridad a sus necesidades personales a expensas de la vida de los demás. En el sector de los servicios públicos e industrias afines, el fraude en la certificación eléctrica crea riesgos reales, especialmente en la generación y distribución de energía.
En 2023 Australia ha introducido cambios en la Ley Nacional de Seguridad Ferroviaria en respuesta a una serie de ejemplos de trabajadores ferroviarios que compartían, alteraban o falsificaban cualificaciones de seguridad. Los cambios introducidos en la ley tipifican como delito la presentación a sabiendas de documentos o información falsos o engañosos a efectos de evaluación de la competencia.
Los trabajadores que sean sorprendidos haciéndolo pueden ser multados con 10000 dólares. En el sector ferroviario británico existen normas muy claras sobre la duración de los turnos y la cantidad de descanso necesaria para garantizar un trabajo seguro. No obstante, esto no ha impedido que los trabajadores creen cuentas de acceso duplicadas para intentar ganar dinero extra.
En la industria del petróleo y el gas, hay muchos informes de personas que presentan certificados de seguridad fraudulentos, lo que suscita preocupación por la seguridad de los trabajadores y los riesgos medioambientales. En un viaje reciente a Oriente Medio, un colega descubrió que hay una serie de "empresas" que se han creado para falsificar diversos certificados industriales, utilizando tecnología para crear réplicas creíbles.
Lo que está claro es que el uso fraudulento de certificados de seguridad y otros certificados relacionados no está aislado de una industria en particular, sino que parece estar teniendo lugar en toda una variedad de industrias críticas para la seguridad. En algunos casos, los individuos actúan por su cuenta y, en otros, el fraude está organizado. Con la tecnología de que disponen los defraudadores potenciales, nadie debería sorprenderse de los intentos cada vez más sofisticados de explotar las debilidades reales y percibidas en la prevención del fraude. Estos esfuerzos socavan los protocolos de seguridad y crean importantes amenazas personales, patrimoniales y medioambientales.
Respuesta del sector hasta la fecha
Las respuestas hasta la fecha han variado mucho. Quizá la comprobación más básica sea ir a la página web del organismo emisor para ver cómo son sus certificados. Sabemos de proveedores de servicios a
la industria energética que envían correos electrónicos y llaman por teléfono a los emisores de certificados para comprobar la validez de los documentos que les han presentado. Si esta es la única forma que tienen actualmente de validar los certificados, no les queda más remedio que hacerlo. El problema es que esto es muy ineficaz y lleva mucho tiempo y, dependiendo de su modelo de negocio, puede afectar a sus márgenes. Aún más grave es el hecho de que las comprobaciones por correo electrónico y teléfono siguen sin ser infalibles. Muchos emisores de certificados ofrecen un sistema en línea en el que el número de certificado, si se introduce, puede proporcionar la confirmación de si el certificado es real o no. Incluso si se considera que el certificado tiene un número auténtico, hay que pensar en cómo evitar que ese número sea utilizado por más de una persona. En el caso de Energy Safety Canada, los certificados emitidos por la organización contienen tanto un sello holográfico como un código QR.
Es exacto decir que las respuestas de la industria hasta la fecha han sido en gran medida reactivas, con la esperanza de que el endurecimiento de los procesadores sea suficiente. Como ocurre con muchos otros elementos del fraude, debe quedar claro que se requiere un enfoque sistémico y global para tener éxito. Esto requerirá la colaboración de toda la industria. Pocos estarían en contra de que los beneficios de esta colaboración superasen con creces los costes.
Una solución preparada para el futuro en sectores críticos para la seguridad
El problema planteado encaja perfectamente con la tecnología de cadena de bloques, ya que ofrece la posibilidad de emitir, verificar y gestionar certificados de forma segura y a prueba de manipulaciones. Entonces, ¿cómo podría funcionar?
Cuando una organización emite un certificado, crea una representación digital del mismo que contiene toda la información pertinente. El certificado digital se convierte en hash, creando una huella digital única, y se almacena en la cadena de bloques. Una vez que el certificado se ha añadido a la cadena de bloques, no puede alterarse ni borrarse. Es lo que se conoce como un registro inmutable. Para aumentar aún más la seguridad, los certificados pueden ser firmados digitalmente por la autoridad emisora. Una firma digital garantiza que el contenido del certificado no ha sido manipulado y puede rastrearse hasta el organismo emisor.
Cualquiera con una clave puede acceder a la cadena de bloques para verificar la autenticidad de un certificado introduciendo los detalles y el hash del certificado para comprobar que coincide con el almacenado en la cadena de bloques. Si coincide, se demuestra que el certificado es legítimo. Las claves de acceso pueden ser privadas o públicas. Las autoridades emisoras dispondrían de claves privadas para añadir certificados a la cadena de bloques, mientras que las claves públicas estarían a disposición de cualquiera que quisiera verificar certificados.
Blockchain también puede soportar procesos automatizados a través de contratos inteligentes. Por ejemplo, en el momento en que caduca un certificado, éste deja de ser válido. Los certificados también podrían revocarse en caso de mala conducta. Los problemas de privacidad pueden abordarse a través de funciones de privacidad en las que los datos sensibles se cifran sin dejar de proporcionar una prueba de autenticidad.
Una consideración crítica es conseguir un uso generalizado.
Cualquier solución deberá ser compatible con los estándares de certificación existentes. Esto significa que los certificados emitidos en esta cadena de bloques pueden ser reconocidos y verificados por otros sistemas y organizaciones. Se necesitan aplicaciones o interfaces sencillas y fáciles de adoptar tanto por los emisores de certificados como por los verificadores.
La implantación de una solución blockchain para certificados puede reducir significativamente el riesgo de uso fraudulento y mejorar la eficiencia de los procesos de gestión y verificación de certificados. Sin embargo, es importante planificar y ejecutar cuidadosamente un sistema de este tipo, teniendo en cuenta los requisitos y desafíos únicos del caso de uso en cuestión.
Empezar con los Pasaportes de Competencias
Tras haber sido seleccionada como socio tecnológico para el North Sea Transition Deal (NSTD), 3t Digital ha diseñado y construido el Pasaporte de Cualificaciones. El pasaporte es una solución única que permite a los trabajadores del sector energético conservar todas sus cualificaciones en una caja fuerte electrónica. Es habitual que los trabajadores tengan certificados y cualificaciones de 3 o 4 organismos de acreditación y, potencialmente, de más proveedores de formación. Además, estos trabajadores pueden comparar sus cualificaciones actuales con los requisitos para una serie de funciones dentro del sector, lo que pone de relieve las lagunas que deben colmarse. De este modo, los trabajadores adquieren conocimientos sobre las opciones profesionales y la capacidad de colmar las lagunas detectadas.
La clave del éxito del pasaporte de competencias es su capacidad para integrarse con las bases de datos de todos los organismos de acreditación. Estas integraciones permiten introducir los datos en el pasaporte, formando una imagen coherente de cualquier trabajador.
La implantación del Pasaporte de Competencias Energéticas está prevista para principios de 2024. El acceso seguro a la solución, junto con las integraciones identificadas, significa que se reducirá en gran medida la probabilidad de que una persona presente un certificado fraudulento como prueba de que está preparada para trabajar.
En su primera versión, el pasaporte se centra claramente en las competencias. A medida que la solución se generalice, se hará más evidente su potencial para combatir el fraude y mejorar la seguridad.
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